Pocos han oído hablar sobre el té amarillo. Se trata de una nueva variedad que lentamente se va dando a conocer internacionalmente, pero que ha existido siempre en China. Si bien se asemeja al té verde, este té posee características propias por su recolección y proceso.
Para procesar el té, se realizan 5 pasos básicos, estos varían según la variedad de té de la que se trate. Estos pasos determinan que el té termine siendo blanco, verde, amarillo, rojo, oolong o negro. Acá te contamos sobre cada uno.
El té original procede únicamente del cultivo del arbusto conocido como Camellia sinensis. Según sean los procesos por los que pase la hoja de té, el resultado serán las distintas variedades de té: negro, verde, rojo, azul, blanco o amarillo.